Viernes 3 de Abril
Ayer jueves empecé poniendo mal la fecha en el post, buen síntoma! no sé en qué día vivo :)
Me animé a
hacer un trecking de un día en Nagarkot, ciudad pequeña montañosa a 32 km de
Kathmandú, ya que es el deporte nacional. Viene gente de todo el mundo para
subir montañas de Nepal así que por algo será! Me llevó un conductor hasta allí y luego me iba a acompañar un guía toda la ruta. Tomamos un té en el camino antes de llegar a Nagarkot, en uno de esos sitios que no te olvidas nunca. Era como si cogieras cinco cartones grandes e hicieras una habitación. Tuve que conocer el baño, letrina, y me lo podía haber ahorrado! es mucho más limpio el campo! Las vistas eran impresionantes.
¡Me está encantando este país!
subir montañas de Nepal así que por algo será! Me llevó un conductor hasta allí y luego me iba a acompañar un guía toda la ruta. Tomamos un té en el camino antes de llegar a Nagarkot, en uno de esos sitios que no te olvidas nunca. Era como si cogieras cinco cartones grandes e hicieras una habitación. Tuve que conocer el baño, letrina, y me lo podía haber ahorrado! es mucho más limpio el campo! Las vistas eran impresionantes.
Es muy
gracioso porque muchas veces con los extranjeros surgen las conversaciones de
las preferencias sobre los baños. Hay quienes prefieren las letrinas porque así
no se toca nada. Hay quienes prefieren la duchita en vez de papel higiénico,
hay quienes preferimos los de tacita y papel“de
toda la vida”! :))
Un poco más
adelante el conductor nos dejó ya donde comenzaríamos la caminata. Llevaba una
mochila como si me fuera un mes porque no sabía cómo iba a ser la cosa:
chubasquero, gorro, pañuelo para el cuello, paraguas (eso me lo dijeron),
medicinas por si acaso (tengo un super kit que por suerte nunca me hace falta),
linterna, dos móviles, una cámara de fotos, clinex. Total, que no utilicé ni la mitad
de cosas!
Los
"por si acasos" se hacen cuando uno no se siente seguro y es que los
grandes retos físicos no son mi fuerte, así que me cubrí de precauciones!
Fue una
caminata preciosa. 15 kilómetros en plena naturaleza, viendo en frente el
Himalaya y Annapurna, aunque muy ligeramente porque estaba muy nublado en
aquella zona. Una cosa que me llamó mucho la atención fue que había templos en
el camino. Es increíble la devoción religiosa que hay. Le pregunté al guía si
nadie decía que no creía en nada y me dijo muy contundente que NO, que todos creían en alguna religión. Confiesto que le quise provocar un poco!
El guía era
majísimo, me ayudó en todo momento, hubo mini escaladas y caminos con pequeños
cortados a los lados (tengo vértigo!). A veces me decía: este camino sólo lo
conocemos los locales, y yo por dentro pensaba, anda que, como le pase
algo a este hombre, cómo le ayudo? creo que me pondría a rezar (que morro,
lo sé, pero por si funcionara!) hasta que llegara alguien!!! Pero, y si no llegaba nadie? estábamos como en
el fin del mundo.
Bueno, estas cosas son las que NO hay que pensar!!! :)
En el camino
conocí a personas de distintos países: Nueva Zelanda, Dinamarca, España... los
españoles eran una familia con dos hijos de unos 12 y 14 años haciendo el
trecking. Me pareció un planazo familiar.
Al llegar,
comimos en otro sitio local de los inolvidables. No sólo la comida era
deliciosa y súper barata, lo mejor fue charlar con la hija, de 15 años, de la dueña. Me
empezó a preguntar de donde era (hablaba inglés), qué hacía, y yo le
pregunté qué quería ser ella de mayor. Me dijo que ingeniera informática. Le
animé a que estudiara. Entonces le dije que si un día quería cuando fuera
mayor, podría visitarme en España, a lo que me respondió: no puedo, somos
pobres. Me impactó. Aún así le dije que si estudiaba mucho, tendría un buen
trabajo y podría hacerlo más adelante. Siempre que tengo la oportunidad, les
digo a los niños que estudien, la educación es la única manera de salir de lo
que tienen!
La niña iba
vestida con un chándal muy viejo así que le regalé mi jersey. Su sonrisa fue
preciosa.
Con agujetas
por todo el cuerpo, volví al hotel y pasé una tarde relajada en la habitación.
Me encanta mi hotel. Tengo una habitación preciosa y el hotel es monísimo! Ya
sé que lo he contado, pero es que me gusta mucho! :)
Fuí a cenar
a un restaurante que hay muy cerca y es muy agradable, con velitas, música
suave, luces de colores. Cuando me trajeron la carta me dijo el camarero que me
invitaban a una cerveza! son súper amables, y como he ido un par de veces, han
tenido ese detalle. Aquí la cerveza aquí es muy cara
(cuesta 4 o 5 euros, que es lo mismo que cuesta cenar).
He
descansado como si no hubiera dormido en años.
Por cierto,
ayer me llamaron los señores franceses (los de unos 70 años que conocí montando
en elefante) y me contaron que hicieron parapente!!!! Me encantan, no tienen
límites!
Hoy, viernes
2 de Abril, me he despertado pronto y he pasado el día en el hotel, entre la
terraza y la habitación, un placer! Día autista, interior, completamente
relajada con el ordenador, libro, cuaderno...
Acaba de pasar por la calle una
especie de “procesión con charanga” y lo he visto desde la ventana. Me ha parecido que llevaban un
templo (en vez de una virgen, claro!)
¡Me está encantando este país!
Que fuerza tienes! Ni un trecking, ni una letrina se te pone por delante. Me da que lo del parapente va a caer. Y lo del jersey.... Tu manera habitual y generosa de ser. Que bonito!!! la sonrisa de la niña seria un reflejo de la tuya. Aprovecha lo que te queda.
ResponderEliminarGracias!!! Estos ánimos me dan mucha energía!
ResponderEliminarLo del parapente de momento lo dejo, no creo que me atreviera! pero no lo descarto, no quiero cerrar ninguna puerta!
Que guay!!! Ojalá esa niña tenga la oportunidad que desea. Estoy contigo, la educación es la base del futuro. Que gusto cuando la gente te muestra su buen fondo, eh? Cuídate un beso GORDO
ResponderEliminarEstoy segura de que lo conseguirá! tenía unas ganas de saber, de conocer... según llegué me preguntaba cosas, estaba sedienta de conocimiento y eso hará que salga de la pobreza. Los que más valoran las cosas son los que cambian el mundo, porque luchan!
ResponderEliminarIndira Rana, que venía de familia muy pobre, ahora lleva adelante a 426 niños!