Voy a compartir una pequeña anécdota de mi primer voluntariado en el extranjero…
Riobamba (Ecuador), Agosto 2008: llevaba años pensando en colaborar en algún país desfavorecido y aquel año me puse a ello.
Le pregunté a mi tía Marisa, monja, si conocía algún programa de colaboración al que me pudiera unir. Me puso en contacto con la madre superiora y ella me contó que efectivamente tenían compañeras trabajando fuera, que por supuesto era bienvenida para ir cuando quisiera.
¡Así que me puse manos a la obra! Le pregunté el lugar exacto y qué iba a hacer. Me dijo que había una oportunidad en Riobamba (centro de Ecuador) y que me encantaría estar allí con sus compañeras, que ayudan muchísimo, y que ya me contarían ellas al llegar de qué se trataba específicamente. Sin más, así lo hice. Me compré el billete y me fui para allá sin saber nada concreto, pero feliz como una perdiz.
Y ….está muy bien no ser una preguntona… pero … ¡un poquito, sí! Os cuento :-)
Llego a la casa que me indican y ¡ primera señal !, es como “una casa de retiro”… empiezo a sorprenderme… pero bueno, aunque no soy muy de misa, me encantan los curas y las monjas y son quienes me estaban ayudando a realizar un sueño! así que decido tener paciencia y esperar a ver qué me cuentan. La verdad que el ambiente era sobrio… la gente muy joven, muuuuuy tranquila…
Llega la cena y nos entregan un cuadernillo con la programación de los siguientes días, ¡yupi! Ya iba a conocer qué haría. Lo miro con unas ganas locas, y…… es ahí cuando definitivamente me entero de mi tarea concreta: ¡Evangelizar!
Me quedé sin palabras… yo no me sé bien ni el Padre nuestro nuevo… ¡cómo iba yo a Evangelizar! ¿¿¿qué era exactamente Evangelizar???
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